La ciencia israelí es bien conocida por su desarrollada tecnología militar, por su agricultura científica y por su medicina de vanguardia.
En el año 2004 los biólogos israelíes Aarón Ciechanover y Avram Hershko fueron galardonados con el premio nobel junto a Irwin Rose por sus observaciones sobre la degradación de las proteínas regulada por la ubiquitina, una pequeña proteína que aparece de forma natural en las células eucariotas.
Entre 1981 a 1983 trabajó en la Universidad Johns Hopkins con aleaciones de aluminio y descubrió la fase llamada icosaédrica, la cual abre un nuevo campo para los cristales cuasiperiódicos.
Gracias al descubrimiento de Dan Shechtman, otros grupos fueron capaces de formar cuasicristales similares, y encontraron que estos materiales tienen baja conductividad térmica y eléctrica, mientras que poseen alta estabilidad estructural.
Los biólogos Avram Hershko y Aarón Ciechanover del Technion compartieron el Nobel de Química en 2004.