Publicación científica

La pseudociencia, en cambio, se basa fundamentalmente en la promoción y publicación, pero sin control científico previo ni posterior.Hay quien habla incluso de un comunismo científico, pues publicar los trabajos es renunciar a tenerlos en exclusiva para uno mismo y ponerlos a disposición de toda la comunidad científica y la sociedad.Así se entiende, por ejemplo, el trabajo mancomunado y no remunerado de esta Wikipedia.Donde: La expresión «¡Publica o muere!» (del inglés Publish or perish) se ha convertido en un tópico que refleja con claridad la necesidad que tiene un científico de ver su trabajo reconocido institucionalmente para poder avanzar, permanecer o promocionar en su carrera profesional.Estas revistas son altamente selectivas con lo que publican y están reservadas a los descubrimientos más notorios o que pueden tener un impacto más amplio en diversas áreas de la ciencia.Aunque publicaban en ambas revistas (la inglesa y la alemana), tanto Isaac Newton como Leibniz usaban ese sistema y recelaban de la prioridad de sus descubrimientos, lo que les llevó a una feroz disputa (en el caso del cálculo diferencial e infinitesimal).Instituciones como la Royal Society o la Académie des sciences se anticiparon en su consideración de que la ciencia solo puede avanzar mediante un intercambio de ideas abierto y transparente respaldado por pruebas experimentales.La solución más plausible consistió en la publicación de artículos cortos adaptados a un formato estándar (los populares papers) en revistas de circulación mundial (los populares journals), escritas en un lenguaje aceptable por la comunidad científica: el inglés.[5]​ En la actualidad las nuevas tecnologías han revolucionado el crecimiento y acceso a las publicaciones científicas.[6]​ Para las ciencias sociales, similar objetivo tuvieron los difundidos artículos de Carlo Maria Cipolla recopilados en el libro Allegro ma non tropo.Una revista paródica similar a la citada (Annals of Improbable Research) concede para ellos un premio, denominado Ig Nobel, que suele ser recibido comprensivamente por los científicos afectados.Cada revista difunde hallazgos científicos únicos y por tanto económicamente son productos únicos que no pueden ser reemplazados en una biblioteca por otra revista más barata basada en la misma materia (por no existir substituibilidad en los artículos científicos).Esta característica de las publicaciones científicas permite a la editorial que divulga la revista un comportamiento monopolístico.
La publicación de las conclusiones de un trabajo científico es lo que lo convierte en ciencia.
Número de artículos científicos publicados por país entre 2008 y 2012. [ 1 ] ​ Estados Unidos y China son los países que tienen mayor producción científica .
Número de artículos científicos per cápita, entre 2008 y 2012. Irlanda y Suiza poseen los mejores resultados en este indicador.
La «paradoja hidrostática de Boyle », publicada por Papin en el Philosophical Transactions (1685).