En varios idiomas como el francés, el inglés antiguo, el galés o el bereber, se ha comprobado cómo la oración negativa pasa de un único adverbio de negación tras el pronombre personal a dos partículas negativas antes y después del verbo, para posteriormente perder el marcador preverbal de la negación y dejar únicamente el adverbio de negación final.
El término fue acuñado por el lingüista sueco Östen Dahl en una publicación de 1979 titulada Tipología de la oración negativa,[1] y su nombre es en honor al lingüista danés Otto Jespersen, quien identificó por primera vez este ciclo en la década de 1910 con su obra La negación en inglés y otros idiomas.
[2] El lingüista Otto Jespersen comenzó su libro con las siguientes palabras:[2] Desde entonces, el proceso se ha descrito en muchos idiomas de varias familias diferentes, y es particularmente notable en el francés, el galés y algunos dialectos del árabe (palestino) y del bereber, como el tamazight del Marruecos Central.
El ciclo consta de tres pasos: El inglés también pasó por el ciclo de Jespersen al principio de su historia: por ejemplo, «I didn't see» se expresaría en inglés antiguo como «ic ne geseah»; luego se fortaleció con la palabra «nauȝt» (del inglés antiguo «nawiht», "ninguna cosa") en inglés medio («I ne ysauȝ nauȝt»), para concluir en inglés moderno temprano con «I saw not».
[7][8] El mismo desarrollo ocurrió en los otros idiomas germánicos como el alemán y el neerlandés, que produjeron sus respectivas partículas negativas pospuestas «nicht» y «niet», primero duplicando y finalmente expulsando la partícula negativa original *ne / *ni.