Pueden presentarse alteraciones químicas, daños térmicos y otras consecuencias de accidentes secundarios.Para la frecuencia de 50 Hz (típica para la mayoría de los países europeos) la corriente alterna actúa 100 veces por segundo sobre la fase sensible del músculo cardíaco.En contraposición, pueden registrarse casos de supervivencia en accidentes con corriente continua, incluso hasta 300 mA.Esta resistencia no es constante y depende a su vez de varios parámetros.La corriente continua produce cambios químicos en el cuerpo, debido a la electrólisis.100 kHz produce apenas una estimulación nerviosa mínima y sobre los 300 kHz no produce absolutamente ninguna, dado que la conducción iónica imperante en los nervios ya no logra seguir el ritmo acelerado de los cambios de polarización.Pueden presentarse, sin embargo, las lesiones térmicas que son dependientes de la tensión y constituyen efectos deseables en la electrocirugía para detener hemorragias.Por razones prácticas, sin embargo, se fija el valor límite de 500 voltios para la rutina clínica diaria.Aquí se supone, sin embargo, que el efecto de la corriente perdura unos 100 ms.En las líneas que conducen alta tensión se produce ya durante la aproximación un flujo de corriente en el aire, a través del arco eléctrico que se forma.Como valor de orientación general, se puede suponer para la resistencia del cuerpo un rango entre los 500 ohmios a 3 kiloohmios.[5] Los accidentes por electrización producen daños que dependen de la duración del efecto.En ambos casos (la descarga electrostática y la cerca) se alcanzan a producir contracciones musculares (calambres), las que sin embargo no conducen a una descoordinación dramática de los movimientos.NOTA: Pudieran existir formas de electrocución ligadas más al factor magnético del cuerpo en cuestión que a la respuesta eléctrica como tal.En estos accidentes mueren 150 personas por electrocución y quemaduras, mientras que los heridos de gravedad alcanzan a 1500 por año.Las causas más comunes de accidente por electrocución son: En muchos países existen regulaciones legales específicas destinadas a la prevención de estos riesgos, en especial en los contextos laborales.En España, el principal documento legal que establece normas al respecto es el Real Decreto 614 del año 2001.De acuerdo con ello, desempeñan un rol decisivo las diferentes resistencias que ofrecen los tejidos del cuerpo humano.En secuencia ascendente, le siguen las arterias, músculos, piel, tendones, tejido adiposo y los huesos.En caso de fibrilación ventricular, el personal especializado en rescate puede realizar una desfibrilación.Si está disponible, también puede usarse un desfibrilador especial para uso por legos, accesible en algunos sitios públicos.
Señal de advertencia de riesgo eléctrico en un área perimetral