En economía, un choque, para el que se utiliza a menudo la palabra inglesa shock, es un evento inesperado o impredecible que afecta significativamente a una economía, ya sea positiva o negativamente.
La respuesta de las variables económicas, como el PIB o el empleo, en el momento del choque y posteriormente, se mide mediante una función de respuesta a impulso.
[1] Los shocks económicos impactan en las preferencias políticas de los electores.
Cierta evidencia muestra que los choques económicos negativos hacen que las personas pierdan la fe en los sistemas políticos, aunque esta erosión de la confianza suele ser temporal y se recupera con el tiempo.
En cambio, los shocks económicos positivos suelen producir un aumento de la confianza en las instituciones estatales.