En el centro de México es común tatemarlo para hacer chiles rellenos, o bien consumirlo en rajas para rellenar tacos, tamales, o como ingrediente para guisos, o de guarnición.
[1] El chile chilaca posee un color verde intenso y brillante, a veces obscuro.
[3] Al secarse pierde su retorcimiento natural y se torna de color rojizo-café.
La producción de chile chilaca se da principalmente en la zona del Altiplano Norte, Chihuahua, aun cuando no es la mayor zona de consumo.
[4] También se da en Jalisco, Nayarit y Michoacán.