Durante su infancia siguió los pasos de su padre y trabajo en las minas de su Pasco natal, a la vez que empezaba su carrera artística entreteniendo a los trabajadores durante los descansos y las huelgas.
[1][3][4] Aprendió el zapateo huanca bajo la tutela del huancaíno Rolando Navarro Vivas.
[5] Por su afición a la música y al huayno sufrió acoso escolar.
[13][14][2] Los restos del Chato Grados, fueron enterrados en el cementerio El Ángel, en Barrios Altos.
Debido a la pandemia de COVID-19, no se realizó ningún homenaje al cantante vernacular.