Cuando este plan fue rechazado, promovió un ferrocarril subterráneo que conectara entre sí las terminales ferroviarias del lado norte de la capital.
[1] En 1839 abandonó su actividad privada al ser nombrado procurador de la ciudad, cargo que ocupó hasta su muerte.
[4] Pearson era miembro del Partido Liberal y en las elecciones generales de 1847 obtuvo un escaño por Lambeth.
[7][9] Reconociendo la creciente congestión en la ciudad y sus barrios en rápido crecimiento, Pearson publicó un folleto en 1845 que solicitaba la construcción de un ferrocarril subterráneo a través del valle del río Fleet hasta Farringdon.
El sistema propuesto habría sido un ferrocarril atmosférico con trenes empujados a través de túneles por aire comprimido.
Aunque la propuesta fue ridiculizada y quedó en nada (y es casi seguro que habría fracasado si se hubiera construido, debido a las deficiencias de la tecnología propuesta), Pearson continuó presionando durante las décadas de 1840 y 1850 a favor de distintos proyectos ferroviarios que resolvieran el problema de la congestión en la City.
[11][12] El acceso de las vías a la estación, que sería compartida por varias compañías ferroviarias, estaba previsto que se realizara desde el norte realizando un túnel artificial de 80 pies (24,4 m) ancho.
[18] Una vez que el ferrocarril se puso en servicio, la City vendió sus acciones con ganancias.
[23] La expansión de la capital que permitió el soterramiento y sus extensiones suburbanas en superficie fue considerable y rápida, y permitió que la población de lo que hoy es el Gran Londres pasara de 3.094.391 habitantes en 1861 a 6.226.494 en 1901.