El idioma chabacano tiene una larga tradición en Filipinas, pues forma parte de su herencia hispánica, fruto de los contactos entre la población zamboangueña y los hispanohablantes, tanto peninsulares como novohispanos (hispanoamericanos) trasladados a las islas del archipiélago.
La palabra proviene del adjetivo "chabacano", cuyo significado es "vulgar" o "sin arte", puesto que los españoles consideraban esta lengua criolla como un español "vulgar".
La variedad llamada "ermitaño" está desaparecida desde el bombardeo que hicieron las tropas estadounidenses y la limpieza de sangre japonesa en la Segunda Guerra Mundial.
[8] En 1999, se celebró en Zamboanga un congreso titulado "Cultiva el lenguaje Chavacano ayer, ahora y hasta para cuando", organizado por el Ateneo de Zamboanga en el marco del programa de cooperación entre España y Filipinas "Towards a Common Future", financiado por la Dirección General de Cooperación y Comunicación Cultural del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte español.
En cuanto a la morfología, es muy parecida a la de otras lenguas criollas: no existe género para las formas del singular y del plural y todos los sustantivos van precedidas por el artículo «el».
[10][11] En los datos de Forman (1972) y Grant (2002) para el chabacano de Zamboanga, el orden sintáctico normal es Verbo sujeto objeto (VSO), no SVO como en español: Nótese en la oración (2) la presencia del pluralizador nominal manga que es fonológicamente idéntico al de la lenguas filipinas locales.
Otra característica es que las palabras nominales suelen ser invariantes y frecuentemente no distinguen género, así el bisikleta 'la bicicleta', el dalaga 'la muchacha'.
No hay gente quien ta quedá.Abundante en particular de magá animal como puerco, gatorgalla, venao yotro pa.
Nuestro Tata Quien talli na cielo, Bendito el de Ustéd nombre.
No dejá que nosotros hay caé na tentación sino librá con nosotros de mal.