Cerro de la Encina

Se levanta sobre una escarpada colina y sus laderas a 780 m s. n. m., sobre la margen derecha del río Monachil.

[1]​ El Cerro de la Encina ha proporcionado secuencias estratigráficas fundamentales para datar algunas fases y el declive del grupo argárico.

[3]​ Estas estructuras defensivas estaban construidas básicamente en piedra, mientras que las viviendas del poblado se edificaron mediante tapiales o muros de adobe.

[5]​ La fauna del momento estaría representada por el ciervo, el jabalí, el corzo, el lince, la nutria, el tejón, el zorro, el gato montés, el erizo, el lirón careto, la liebre, el galápago, la grulla, la cigüeña y la avutarda, lo cual indicaría un mayor caudal hídrico que el actual y zonas bajas con aguas estancadas, así como la presencia de un bosque mixto con algunos espacios abiertos.

Es también en la acrópolis donde se han hallado animales consumidos en exclusiva por sus moradores, como los équidos, algo observado igualmente en asentamientos como Peñalosa o Cuesta del Negro.

Distribución de la cultura argárica en la península ibérica.