Cuando alcanza una estructura más experimentada es un grupo social informal, que pretende ya ser una forma de aprendizaje organizacional para proyectos sencillos e, incluso, por este camino, una adaptación o terapia por la socialización.
Las actividades están ofertadas en un calendario para cada periodo lectivo o curso y no son fijas.
También se debe considerar con qué bagaje cultural y edad llegan las personas al retiro o jubilación.
Esto influirá en si acude o no al centro y en el tipo de actividades preferidas.
En las comunidades donde no hay centros para la tercera edad, son el centro social, la biblioteca, la iglesia y hasta el ambulatorio los que 'asumen automáticamente esas prestaciones' a estos usuarios y se transforman en unos receptores de esa población por un fenómeno de isomorfismo.