Los celos (también celambre[1] o celera)[2] son una respuesta a una ruptura del equilibrio emocional que surge cuando una persona percibe la amenaza o siente la posibilidad de pérdida hacia algo que considera propio.
White (1981) definió los celos como una combinación multifacética de pensamientos, emociones (p.
[6] Los celos son una experiencia típica en relaciones humanas, y se han observado en bebés de tan sólo cinco meses.
[7][8][9][10] Algunos investigadores afirman que los celos se ven en todas las culturas y son un rasgo universal.
[11][12][13] Sin embargo, otros afirman que los celos son una emoción específica de una cultura.
[17] Biólogos han identificado factores que pueden influir inconscientemente en la expresión de los celos.
[32] La psicología actual explica que los celos son la respuesta natural ante la amenaza de perder una relación interpersonal importante para la persona celosa.
Los celos pueden ser sanos cuando lo que se demanda es algo que se debe hacer sobre una base de equidad en la pareja; sin embargo acudir a este tipo de conducta refleja carencias personales muy profundas.
Los celos pueden llevar a que se termine una relación sentimental e incluso llevar a comportamientos violentos como el acoso, la violencia doméstica y física, y en casos extremos al homicidio.
Una vez desarrollados los celos, la terapia psicológica puede ser muy útil si es que no hay una patología subyacente, como el alcoholismo.
Este sentimiento refleja una cierta inseguridad emocional por perder dominio o sentir menoscabo en una relación interpersonal.
[cita requerida] Los celos se manifiestan ante la aparición de una situación o persona que el yo-interno clasifica como mucho más dominante y competitiva.
Los estudios de Egene W. Mathes, de la Western Illinois University, quien realizó experimentos de campo para comprobar las hipótesis de Greg White respecto a los celos, la persona «celosa» (A) siente celos en su relación con la persona «celada» (B) al aparecer el «intruso» (C) - que puede ser otra persona o circunstancia - debido a dos razones fundamentales: Este «intruso» (C) puede ser otra persona (por ejemplo el nacimiento de un nuevo hermano en el contexto familiar), o alguna situación externa (por ejemplo cuando la esposa ingresa a trabajar por primera vez y dedica menos tiempo al hogar, o surge una buena amistad a (B).
Esta situación entre (A) y (B) puede ser creada también por el entorno de trabajo, amistades o familia, aunque no tengan un interés directo en la relación entre ambos (envidia).
[39] [44]Un estudio realizado en Ecuador, por ejemplo, reportó que se consideraba habitual y esperado que celos románticos masculinos fueran seguidos de violencia física hacia la pareja,[45] como un mecanismo para reafirmar el control y la autoridad masculinos.
[47] Resultados empíricos anteriores destacaron que el feminicidio cometido por una pareja íntima actual o expareja es seguido en algunos casos por el suicidio del perpetrador, un fenómeno conocido como feminicidio-suicidio de la pareja íntima (FSPI).
[48][49] Los celos son un fenómeno generalmente desagradable pero a menudo adaptativo, con el deseo subyacente de mantener la relación con la pareja.
Incluye las circunstancias que conducen a los celos, los celos en sí mismos como emoción, cualquier intento de autorregulación, acciones y acontecimientos subsecuentes y, en última instancia, la resolución del episodio.
La narrativa puede originarse a partir de hechos experimentados, pensamientos, percepciones o recuerdos, pero también imaginación, conjeturas y suposiciones.
Como resultado de estas dos circunstancias, se cree desde la psicología evolucionista que hombres y mujeres han evolucionado diferentes estrategias de apareamiento que les permitan maximizar sus oportunidades de pasar sus genes a la siguiente generación,[63] estrategias que explicarían las diferencias entre los sexos respecto a las razones por las cuáles se sienten celos.
[63] Desde esta perspectiva, tendría sentido que las mujeres tiendan a experimentar celos al sospechar o descubrir una infidelidad emocional de parte de sus parejas, en tanto esto puede significar que su pareja puede destinar parte de sus recursos a sus otras parejas, en tanto que los hombres tenderían a experimentar más celos ante la infidelidad sexual (o su sospecha), pues ésta los pone en riesgo de criar a un hijo ajeno.
El patrón de razonamiento, la forma en que uno percibe las situaciones, depende en gran medida del contexto cultural.
Por razones como estas, los celos se han convertido en uno de los temas más duraderos en la literatura.
Como ha señalado Zeichner, desde una perspectiva psicoanalítica, en tanto que la experiencia de los celos es ubicua y universal, es relativamente fácil identificarse con personajes celosos o celados, lo que hace de este un tema popular también en el cine.
[77]En su revisión del tema en el cine, Zeichner menciona películas con protagonistas femeninas celosas, tales como Play Misty for Me (1971) o Disclosure (1994), y con protagonistas masculinos celosos, tales como Possession (1981) o The Room (2003).