Lucio Celio Antípatro
Por estas preocupaciones formales el humanista Pomponio Leto lo consideró más un orador que un jurisconsulto, aunque Cicerón estimaba más su trabajo en esta última disciplina; sin embargo, sus tratados legales no han llegado hasta nosotros, a diferencia de algunas de sus otras obras históricas, aun así bastante fragmentadas o resumidas.Por ejemplo, sus Anales sufrieron un compendio o epítome por parte de Marco Junio Bruto, y aun así se perdieron.Y aunque esta obra no ha conseguido perdurar completa hasta nosotros, sí sabemos que parte de sus noticias fueron recogidas por Tito Livio y hay algunos fragmentos de la misma que Cicerón cita en sus obras.[9] El título de este libro aún se debate en la actualidad, ya que las fuentes discrepan; Cicerón indica en un solo lugar que se titulaba Bellum Punicum, pero todos los demás autores lo llaman Historiae y Nonio Marcelo solo lo nombra como Annales.Al parecer, Antípatro quiso en su obra no solo unir los hechos con seriedad, sino que, fundándose en la trágica historiografía helenística, hacer una representación dramática y amena de los hechos agrupando el material en torno a dos "héroes principales" antagónicos, Aníbal y Escipión el Africano.