A los monjes de esta orden religiosa se les conocía como celestinos o murronenses y sus siglas eran O.S.B.Coel.
Su figura atrajo rápidamente a numerosos discípulos: así surge una nueva comunidad con sede en la ermita del Santo Espíritu en "Maiella di Roccamorice" (Pescara).
[2] Si bien el fundador no había pensado en una rama femenina, con el tiempo, algunos monasterios de monjas benedictinas se unieron a la rama celestina, dando origen a las Benedictinas celestinas.
[3] Los pocos asentamientos Celestinos fundados en Alemania, desaparecieron en el momento de la Reforma protestante.
Para esta última fecha no quedaba ningún monasterio de la rama masculina en el mundo.