Catedral de la Natividad de Nuestra Señora (Baeza)
Entre las catedrales andaluzas donde aún se celebra el culto católico es la de más larga trayectoria histórica.Estos elementos se pueden fechar en torno al siglo XI, por su similitud con otros edificios contemporáneos y por ser éste un siglo de pacificación en Andalucía, y por tanto el único período en que se pudieron acometer obras de esta envergadura.Hacia fines del siglo XIV, bajo el pontificado del obispo Rodrigo Fernández de Narváez, se levanta un nuevo cuerpo sobre el descrito más arriba, según consta en inscripción adosada a la cara norte de la torre.Al mismo período gótico deben de pertenecer las arcadas del claustro con sus capillas mudéjares, que según tradición se encuentra emplazado en el lugar donde se hallaba el patio de la mezquita.De este modo irrumpe en el edificio el nuevo estilo arquitectónico, que no obstante respeta los antiguos pilares y bóvedas góticas de la cabecera que, junto al muro axial, no se habían desplomado.Se culmina finalmente la construcción del templo en 1593 bajo la dirección de Alfonso Barba.[3] La fachada que se extiende desde la puerta hacia el este fue construida en la primera mitad del siglo XVI.Estas cuatro ventanas, así como las cinco del muro sur, fueron restauradas en 1957, incluyendo vidrieras con escudos de eclesiásticos y laicos relacionados con Baeza.[5] La fachada oeste se encuentra unida a la torre pero son independientes en su construcción y en ella se encuentran los elementos más antiguos de la catedral, sin incluir la sección inferior de la torre.Sobre la puerta aparece un rosetón gótico con puntas de diamante, hojas y cabezas, que fue construido en el siglo XIV.La fachada sur presenta una traza irregular, en ella se encuentra una portada gótica de doble arco carpanel, la «puerta del Perdón» que da acceso al claustro catedralicio, fue construida a finales del siglo XV.El arco superior está adornado con cardinas y rematado con un florón de clave pinjante, mientras que el arco inferior esta cortinado entre dos haces de pequeñas columnas.Se ubica en el extremo noroeste del edificio, siendo en su origen alminar de la mezquita.Los pilares orientales del crucero renacentista, que unen esta estructura a una bóveda de crucería, sostienen un entablamento clásico cuyo friso se decora con cariátides.El cuerpo superior está presidido por una talla de san Andrés enmarcada entre pilastras y columnas salomónicas.[6][7] Capilla del Cristo de los Emigrantes, se ubica junto a la puerta lateral.Está rematado por un frontón partido a cuyos lados existen escudos heráldicos.En su interior, se encuentra el cuadro La Anunciación obra del pintor Juan Esteban en 1635.Bajo el cuadro, hay tres tablas, entre las que destaca por su calidad la de san Jerónimo.Capilla del Sagrario, situada al otro lado de la Capilla Mayor, está cerrada por una reja plateresca que se atribuye al taller del maestro Bartolomé, aunque originalmente no se realizó para este lugar.La reja está realizada en un solo haz y en ella se encuentra el escudo de los Vargas.A continuación, comenzando el lado de la epístola, esta el óleo de Las Vírgenes, atribuido al granadino Pedro Atanasio Bocanegra en la segunda mitad del siglo XVII.Capilla de las Ánimas o de los Viedmas, construida a finales del siglo XIV correspondiente con el segundo periodo gótico, es anterior a la cabecera gótica del templo.La portada es manierista, de medio punto con una ménsula en la clave, se dispone entre pilastras corintias sobre pedestales con adornados con figuras alegóricas.En los frisos laterales existe una leyenda, «acabóse año de 1621», fecha que se repite en una cartela sobre el altar.Junto al altar hay una escultura de la Purísima del siglo XVI que anteriormente se encontraba en el trascoro.En el muro que la separa del claustro hay una portada mudéjar oculta.La quinta y última capilla de la galería, es mudéjar, con un gran arco apuntado, en se hallan instalados los fondos del archivo catedralicio.La galería este, se compone por tres antiguas capillas que en la actualidad ocupa la sacristía, con acceso directo al templo.El claustro se completa al oeste, con una sala capitular, que fue biblioteca del antiguo seminario, y otras dos salas que sirven como museo y en la que se exponen, libros de coro, casullas, cálices, un magnífico alabastro policromado del siglo XVII con talla de la Piedad, entre otros.