Diócesis de Beatia

La histórica sede episcopal baezana, matriz de la jiennense, tiene su origen cierto durante el reino visigótico hispano.

Tras la conquista musulmana del 711, y amparada en la capitulación con las autoridades visigodas, aún sobrevivió bastantes años dentro de la sociedad dominada por el Islam; hasta que algunos de sus obispos fueron martirizados y con ellos desapareció el culto cristiano.

Fue el Emperador Hispánico, Alfonso VII quien restauró temporalmente la sede, consagrando como catedral con el título de San Isidoro la mezquita aljama baezana mientras duró su dominio sobre la ciudad.

Perdido este, la diócesis de Baeza hubo de esperar al nuevo dominio castellano sobre la urbe para alcanzar su definitiva erección en 1227.

No obstante, a día de hoy la 'diócesis de Baeza' no está extinguida y su cátedra permanece como sede titular a disposición de la Santa Sede.