En la plaza de acceso al templo, se construyeron algunos monumentos (campanario, cúpula del batisterio, entre otras).Son quince cuadros que presentan las estaciones del Vía Crucis (el camino recorrido por Jesús, con la cruz, desde el momento de su condenación hasta la crucifixión).La pieza tardó tres años para ser producida por el Museo del Vaticano, con mármol en polvo y resina.La escultura pesa seiscientos kilos y mide 1,74 metros de altura.[1] Diseñada por Oscar Niemeyer, con proyecto estructural del ingeniero Joaquim Cardozo, fue el primer monumento en ser creado en Brasilia.Cada columna posee una sección hiperbólica y pesa 90 toneladas, el conjunto representa dos manos moviéndose hacia el cielo.[4] El baptisterio en forma Ovoide tiene en sus paredes en losetas de cerámica pintadas en 1977 por Athos Bulcão.El campanario compuesto por cuatro grandes campanas, donado por España, completa el conjunto arquitectónico.El altar fue donado por el papa Pablo VI y la imagen de Nossa Senhora Aparecida es una réplica de la original que se encuentra en Aparecida, São Paulo.