Su padre pertenecía a la facción conocida como ebolista y su madre había venido a España como dama de la emperatriz Isabel.
El marqués de Denia acabaría siendo favorito del entonces príncipe Felipe, que sucedería a su padre como Felipe III.
En este cargo sustituyó a la duquesa de Gandía, que había sido nombrada por Felipe II antes de su muerte.
La propia reina Margarita de Austria se oponía a este cambio, así como la tía del rey, la emperatriz María, viuda de Maximiliano II y retirada en el monasterio de las Descalzas Reales de Madrid.
En su agonía fue visitada por Felipe III y, según Gascón de Torquemada, al saber que el monarca venía para visitarla se volvió a un crucifijo y le dijo:Mi Dios y Mi Señor, no me deis todo en esta vida, dejad algo para la otra.Moriría el 2 de junio de 1603 en Buitrago, cerca de Valladolid donde la corte se encontraba establecida desde 1601.