Castillo de Segura de la Sierra

Fue en los años 1960 cuando tuvo lugar una restauración que, con mayor o menor fortuna, nos ha permitido la habilitación de este edificio histórico como espacio público.

A finales del siglo XX y principios del siglo XXI sufrió otro proceso de adecuación que, también, con mayor o menor acierto, nos ha llevado a reflexionar sobre la intervención museográfica.

Esta táctica tenía un alto valor defensivo, ya que, en realidad, son dos puertas a rebasar por el enemigo.

La forma que tiene esa Capilla es la original, aunque sufrió una fuerte remodelación en los años 60 del siglo pasado.

La pared interior está decorada con lóbulos mediante adosamiento de ladrillo.

La ubicación física del castillo hacía prácticamente inexpugnable su toma mediante las técnicas de asalto medievales.

Por este motivo, el sitio, y la consiguiente capitulación por hambre y sed, se convertía en la estrategia principal de las fuerzas atacantes a la hora de tomar la fortaleza.

De esta manera, no solamente se impedía la filtración, y la consiguiente pérdida del agua de lluvia almacenada, sino que también se favorecía la conservación del agua durante más tiempo.

La cubierta, posiblemente abovedada, estaba formada por hiladas de tejas intercaladas regularmente.

Desde los adarves se pueden contemplar todos los accesos al valle y a la villa.

Muralla urbana de Segura de la Sierra .