En concreto, el castillo domina una colina rodeada de riscos, el Tossal del Castillo, y su altitud (995 m.) ofrece al visitante unas vistas muy interesantes sobre el Pirineo y la Alta Garrocha.
Sus orígenes se remontan al siglo X,[2] hay documentación de 1070 aunque sus noticias son escasas en el los registros documentales[2] y actualmente está abandonado.
[3] El acceso al castillo es bastante difícil, ya que el cerro se encuentra completamente rodeado de bosque, tan solo es posible llegar a través de un sendero medio abandonado que sube desde la base del monte, y que pasa por las casas de la Villa y Ca l'Arnet.
Este gran muro presenta un detalle constructivo interesante como es el "opus spicatum" (obra con forma de punta o espiga).
Tras el fin de la Guerra Civil Catalana el enclave pierde importancia y acabara siendo completamente abandonado en el siglo XVII para convertirse en una cantera para las poblaciones cercanas[3] En el entorno del castillo se cuentan muchas leyendas.
Una dice que en tiempos de los árabes, estando sitiada Rocabruna, sus habitantes hicieron una larga mina para bajar a buscar agua al río.