La ciudad fue construida de nueva planta por el emir cordobés Muhammad I para controlar a la levantisca Toledo y la ruta Toledo-Córdoba.[1] La palabra Qal'a ('fortaleza') es una de las más recurrentes en la toponimia árabe de la península ibérica, y está muchas veces unida a nombres (en cuyo caso toma una t final: qal'at), unas veces de personas (antropónimo): Calatayud, Calatalifa, etc.; y otras no: Calatañazor, Calatorao, Calaceite, Calamocha, etc.De ese convulso siglo X es un ilustre calatraveño andalusí: el poeta Abu Tammam ibn Rabah, nacido en Calatrava, a la que elogió en sus poemas, aunque probablemente residió en Sevilla o en Zaragoza, lugares más propicios para el cultivo de la poesía.Su definitivo abandono se produjo a principios del siglo XV, momento en el que el comendador de Calatrava trasladó su residencia a la vecina Carrión de Calatrava.Hoy en día se encuentra sometido a excavación arqueológica y restauración.Desde él se tiene un amplio dominio visual del entorno, pero no aporta capacidades defensivas destacables.Salvo por su frente norte, protegido por el río y en donde se sitúan las corachas de abastecimiento de agua, el resto del recinto se encuentra rodeado por un foso seco que convertía a la ciudad en una verdadera isla.En Calatrava la Vieja existen dos ejemplos emirales (siglo IX) de puerta en recodo.Alojada en un macizo que conoció diversas ampliaciones, daba entrada a la medina mediante una rampa calzada con grandes lastras.Junto a ella existe un portillo que, por permitir un mayor control, debió de ser el paso más utilizado.La más alejada del río, sin acceso posible desde el alcázar y con sus muros perforados por tuberías de cerámica, pudo ser un castellum aquæ.Como un caso absolutamente excepcional, en Calatrava la Vieja se han identificado cuatro corachas.La de la medina se adentra en el río casi 80 m, y está jalonada por cinco torres-contrafuerte situadas a contracorriente.Dicho sistema quedó configurado durante la reconstrucción de la ciudad en el año 854.Semejante mecanismo, auténtico unicum en la arquitectura militar medieval, suponía no sólo una entrada alternativa de agua al foso para asegurar su abastecimiento en los momentos de estiaje del río, sino también, y principalmente, una nueva y espectacular manifestación del lenguaje del poder omeya: un impresionante vehículo de propaganda política.Se encontraba completamente rodeada por una sólida muralla con más de cuarenta torres.Se localiza en el extremo oriental de la ciudad, al comienzo del foso.
Maqueta de
Qal'at Rabah
, con las dos corachas, la de la medina y la del alcázar, para llevar el agua del río
La península ibérica hacia 1150; Calatrava es una de las plazas cristianas más meridionales
Calatrava la Vieja desde el este. El foso seco, en primer término; detrás una torre albarrana
Vista desde el oeste. La coracha de la ciudad, en primer término; al fondo, el alcázar
Calatrava la Vieja. Arco triunfal del alcázar desde la medina
Calatrava la Vieja. Restos del ábside templario y de la iglesia de la Orden de Calatrava