Castilla la Nueva

Tampoco fue objeto de ningún proceso autonómico durante la Segunda República Española (periodo en que se constituyó la autonomía de Cataluña y se impulsaron las del País Vasco y Galicia).En la margen izquierda del Henares, sus altos páramos o alcarrias descienden en faldas abarrancadas y sin vegetación, formando secas vaguadas o dejando paso a ríos cortados (Tajo, Tajuña).Existe, además, una confusión entre el nombre «regional» (Alcarria, en singular)que designa a la zona comprendida entre el Henares y el Tajo frente a la Campiña (comprendida entre el Henares y el Jarama) y el nombre «topográfico» (alcarrias, en plural), que designa a los «llanos altos» que caracterizan el terreno.Brihuega más que Guadalajara, es el centro natural de esta región despoblada.Entre la Sierra, la alcarria y el Tajo se extiende el centro de la llanura toledana, que se continúa sin apenas modificar su aspecto árido y monótono en los interminables llanos de la Mancha.La despoblación de la Mancha, debida a su constante inseguridad militar fue muy intensa y apenas se tuvieron en cuenta al repoblarla los viejos emplazamientos.Carece, por ello, esta región del fuerte sabor celtibérico tradicional, [cita requerida] de las poblaciones toledanas y alcarreñas, que conservan no solo el aspecto, sino la toponimia y los característicos emplazamientos de los primitivos castros.
Castilla la Nueva con las nuevas divisiones ; mapa de Auguste Henri Dufour de 1837. Podemos observar cómo la Plana de Utiel seguía integrándose en la provincia de Cuenca
Castilla la Nueva en 1785. Obsérvese cómo la provincia de Albacete (excepto los Campos de Hellín y el Alto Segura) aparece como parte integrante de Castilla La Nueva.