El Castel Sant’Elmo es un castillo medieval, hoy destinado a museo, situado en la colina del Vomero, en la ciudad italiana de Nápoles.Por su importancia estratégica, la posesión del castillo siempre ha sido muy ambicionada: desde su posición (250 m s. n. m.) se puede controlar toda la ciudad, el golfo y las calles que conducen a Nápoles desde las alturas en los alrededores.El virrey español don Pedro de Toledo lo hizo reconstruir en 1537 por requerimiento del emperador Carlos V.Al tiempo de la Revolución francesa, por la cárcel pasaron algunos patriotas filo-jacobinos como Mario Pagano, Giuliano Colonna, Gennaro Serra di Cassano, Ettore Carafa.A la caída de la República en el castillo fueron encerrados Giustino Fortunato, Domenico Cirillo, Francesco Pignatelli di Strongoli, Giovanni Bausan, Giuseppe Logoteta, Luisa Sanfelice y muchos otros.Durante el Risorgimento, fueron prisioneros el general Pietro Colletta, Mariano d'Ayala, Carlo Poerio y Silvio Spaventa.Esta insólita estructura militar sin torreones, que suscitó muchas críticas al momento de la edificación, ha resultado muy funcional en los años.Para acceder dentro del castillo, hace falta recorrer una rampa empinada y atravesar un puentecillo flanqueado por paredes laterales en las que se abren doce aspilleras por cada lado.En la grande plaza, surge una pequeña iglesia dedicada a San Erasmo, erigida por el arquitecto español Pietro Prati en 1547.A la izquierda se encuentra un espacioso local, sacado en tiempos recientes sin alterar las estructuras originarias del castillo.La disposición en orden cronológico ofrece un panorama sobre el desarrollo artístico del siglo XX en Nápoles, incluyendo movimientos como el futurismo y el neorrealismo.