Cabo Miseno

Desde lejos se reconoce por su forma de tronco cónico; en la planta tiene un aspecto piriforme, con la cumbre hacia el sur.

Hacia el norte presenta en las partes bajas terrazas cultivadas de viñedos, frutales (sobre todo limoneros) y verduras, mientras en las pendientes más altas se encuentra un tupido bosque.

Se han encontrado también: árboles como los robles pubescentes, olivos y encinas; arbustos como escobones (Cytisus scoparius), aliagas (Calicotome spinosa), lentiscos; plantas herbáceas como el asfodelo, la esparraguera silvestre, el carrizo (Phragmites communis), cardos del género Carduus, las jaras (Cistus salvifolius), la lechetrezna (Euphorbia pinea), la Cañaheja (Ferula communis), el ombligo de Venus, el puerro silvestre, la zarzaparrilla, la cineraria y alhelí encarnado.

Eneas, tras encontrar su cadáver que había sido llevado a la playa por las olas, prepara su sepultura bajo un inmenso túmulo (el Cabo Miseno), grandiosa tumba para su compañero.

Hacia el Cabo Miseno sube una vía asfaltada entre viejas villas, residenciales, cortijos y ruinas romanas.

El camino atraviesa el monte con un túnel moderno y termina en una terraza que tiene una vista al golfo de Pozzuoli, cerca del faro.

Sin embargo, existen senderos y está vivamente recomendado el seguirlos, pues en el terreno perduran diversas instalaciones y construcciones varias de la Segunda Guerra Mundial donde se puede caer al no poder mirar dónde se pisa.

El cabo Miseno visto desde la isla de Procida . A la izquierda Miseno y la playa Miliscola , que por tierra une el promontorio con la zona continental.
Vista del cabo Miseno desde la isla de Procida.
El faro del cabo.
Cabo Miseno con la playa de Miliscola y el Lago Miseno
Cabo Miseno con el faro en el extremo sur
El puerto de Miseno, antiguo cráter volcánico
Cabo Miseno, lo que queda de la antigua caldera