En ambos casos, el tercer dígito plantea problemas de lectura, pudiéndose interpretar como un 5 o un 9, respectivamente.
Se trata en líneas generales de una portada barroca del siglo XVIII que mantiene algún resabio manierista, pero que se inserta dentro del grupo de portadas barrocas toledanas.
[1] El primer cuerpo está compuesto por pilastras y contrapilastras en grabación decreciente antes de incorporarse al muro.
Las pilastras soportan una cornisa volada y quebrada, que en sus extremos va decorada por pivotes apiramidados.
[1] El segundo cuerpo está formado también por pilastras y en gradación decreciente, que enmarca un paramento rehundido en su parte central, de forma rectangular, donde se sitúa el escudo heráldico ya mencionado.