Casa de la Química

Fue construida entre 1787 y 1790 como laboratorio del Real Colegio de Artillería y su creación se engloba dentro de los cambios llevados a cabo por los Borbones en la España del siglo XVIII.

Sus investigaciones, realizadas durante su periodo en Segovia, tuvieron una importancia capital, formulando conceptos fundamentales como la Ley de las Proporciones Definidas.

Además, Proust marcó un hito histórico al llevar a cabo el primer vuelo con objetivos militares en la historia.

Así por ejemplo fue alumno suyo el boticario José Sánchez Muñoz, que terminaría siendo su ayudante.

Según Oliver Copons,[3]​ las clases del maestro duraron hasta 1799, año en que, por desavenencias con la dirección del Colegio a causa de la deficiente calidad del material de vidrio y su alto precio, abandonó la cátedra y se trasladó a Madrid, donde se refundieron todos los laboratorios militares.

En 1811 Proust logró que el prestigioso químico sueco Jöns Jacob Berzelius reconociese su enunciado, que sentó las bases para el establecimiento de la teoría atómica de Dalton.

Tras el incendio del Alcázar, se cedió al Ministerio de Hacienda junto con el Alcázar, pero no volvió a manos del Real Colegio cuando aquél lo hizo.

Pero, aunque cada nuevo uso se ha impuesto sobre los anteriores, una observación minuciosa permite descubrir aun vestigios de lo que hubo antes.

Primer vuelo con fines militares de la historia
En noviembre de 1792 culminaba con éxito una serie de pruebas en el Alcázar , del vuelo de un globo aerostático con la finalidad de obtener información relativa a las defensas de una plaza o al dispositivo de ataque a una plaza sitiada.
Casa de la Química
La Casa de la Química es un edificio que, a su singularidad arquitectónica, viene a sumar un excepcional valor histórico en su condición de centro cultural y científico en una etapa trascendental de la historia de España.