La atmósfera radiante la acerca al clima luminoso del modernismo, aunque conserva el tratamiento académico y estrictas formas en su lenguaje plástico.
[2][3] Carlota fue la modelo del cuadro Demonio, mundo y carne realizado por Blanes en 1886.
La alegoría demoniza los vicios y peligros que, según Blanes, amenazaban la moral burguesa de la época.
Se encuentra en exposición permanente en la sala dedicada al pintor, junto a otras obras del artista.
Se anunció que el libro de Carlota Ferriera sería llevado a televisión.