Así formó parte del grupo de Dardo Rocha, Antonio Bermejo y su primo hermano Leopoldo Díaz.
En 1899 publicó Rosas del crepúsculo, que seguía el estilo de Rubén Darío.
En Europa estuvo en contacto con Salvador Rueda, Antonio Machado, Eduardo Marquina y los últimos exponentes en Francia e Italia.
Más tarde, ante todos los invitados y amigos, al término de recitar las mismas, se escucharon unos disparos desde la calle.
La sociedad culpó como al autor intelectual a Vicente Loveira, aunque no se puede confirmar hacia quien se dirigían los disparos, o si no era la intención que la orden de los disparos fuesen hacia donde estaba la gente reunida.