[10][11] Allí Carlos Escayola comenzaría la escuela primaria, culminando la secundaria en la capital sanducera.
En 1864, a poco de comenzar su participación en la milicia como guardia civil en Montevideo, fue requerido por su cuñado, el general brasileño Antonio de Souza Netto, para que lo acompañara en la Cruzada Libertadora del General Benancio Flores.
[16] En 1875 participó victorioso en la Revolución Tricolor,[17] defendiendo los intereses de las fuerzas del gobierno.
[22] Pero recién un año más tarde, en 1887 y por despacho militar, fue nombrado en tal cargo por el nuevo Presidente de la República Teniente General Máximo Tajes.
En ese mismo año de 1887 comandó la División Tacuarembó en la Revolución del Quebracho,[23] y tras vencer en Paysandú a las fuerzas revolucionarias, se logró mantener el militarismo en Uruguay.
En 1904, Escayola volvió a ser llamado a comandar las Fuerzas Armadas de Tacuarembó contra una nueva revolución blanca, ahora respaldando al gobierno colorado de José Batlle y Ordóñez.
El matrimonio tuvo cinco hijos: Clara (1847-1871), Blanca (1849-1886), Clelio, Juan, y María Leila (1868-1905).
La segunda esposa fue Blanca Oliva[30] en 1873,[31] quien a su vez falleció en 1886, dejándole seis hijos.
Como es sabido Escayola tuvo una intensa vida amorosa y según cuentan viejos vecinos, que conocieron al Coronel, este habría dejado 50 hijos naturales.
El primer hermano del Coronel Escayola, Juan Gualberto, tuvo varios hijos.
El Batallón de Infantería No 5, le rindió los honores reglamentarios correspondientes a la alta jerarquía del extinto.
"El coronel Escayola, un tirano melómano que no tenía límites cuando se trataba de generar futuro, pero un futuro apostando a la cultura, tuvo mucho que ver con la cantidad de figuras de primer nivel que surgieron en Tacuarembó y descollaron como músicos, escritores, artistas plásticos, y hasta políticos, desde comienzos del siglo XX hasta la actualidad" (cf.[40]).
En la parte superior, el busto de su primera esposa Clara Hipólita Oliva Sghirla (1850 - 1871), está protegido por un templo.
El sepulcro contiene en el centro una lápida de mármol blanco con una inscripción en letras en relieve que dice “Sepulcro de Carlos Escayola y Familia 1887” (consultar –más abajo enlace en sección "Referencias externas"– las imágenes en Wikimedia Commons referentes al Panteón de la Familia Escayola en Tacuarembó), y el que fue declarado Monumento Histórico Departamental por el Gobierno Municipal en el año 1980.