[n 2] En 1853 su padre murió debido a una fiebre tropical en El Salvador; su madre enfermó de gravedad y, buscando mejoría, se trasladó con algunos de sus hijos al Callao, donde falleció ese mismo año.
[11][n 3] Allí fue uno de los veintiséis cadetes navales que formaron parte del llamado «Curso de los Héroes»,[13][14][n 4] todos ellos personajes destacados en la posterior Guerra del Pacífico.
[21] El combate consistió en un cañoneo a distancia entre la Covadonga, apoyada por buques peruanos, y las fragatas hispanas Villa de Madrid y Blanca —algunas naves aliadas no participaron o por falta de carbón o por lo rocoso del estuario—.
Bajo el mando del capitán de fragata Manuel Thomson, Condell servía entonces en la Covadonga, que resistió el bombardeo español e impactó algunos tiros en la fragata Blanca.
En diciembre de 1868, fue asignado a la corbeta Esmeralda, bajo las órdenes del vicealmirante Manuel Blanco Encalada, encargada de repatriar los restos mortales de Bernardo O’Higgins desde Perú,[15] donde visitó a sus familiares y hermanas radicadas allí.
Además de la Esmeralda, sirvió en los buques Maipo, Abtao y Chacabuco.
En 1872 volvió a dejar la marina para dedicarse a los negocios, pero regresó nuevamente en 1876; sin embargo, perdió su antigüedad y quedó postergado con sus compañeros del «Curso de los Héroes».
En 1874, durante su segundo periodo fuera de la marina, conoció a Matilde Lemus Valdivieso —la hija de 16 años de Cipriano Lemus y Eleodora Valdivieso—,[23] con quien inició un romance y a quien llamaba cariñosamente «mi negrita adorada».
[23][n 5] La pareja tuvo cuatro hijos: Carlos Segundo, Matilde Victoria, María Elena del Carmen y Pascual Héctor Aurelio.
La victoria de Condell fue reconocida en el mundo entero, especialmente entre los marinos ingleses.
La fragata blindada Blanco Encalada le preguntó por señales: «¿Tiene novedad?» — «Sí, me estoy yendo a pique», contestó.