Químicos sintéticos pueden encontrarse en el aire, el suelo, el agua y los productos de consumo como ropa, calzado, productos de limpieza e higiene, cosméticos, etc. Desde finales del siglo XIX, tras la segunda revolución industrial, la industria química se desarrolló de manera creciente hasta nuestros días, dando lugar a un aumento de la producción agrícola, ganadera e industrial jamás conocido hasta entonces.
Paralelamente a estos beneficios, se han producido efectos no tan deseados.
En las últimas décadas se han venido observando los efectos sobre la salud humana de algunas de las sustancias individuales que albergan nuestros cuerpos debido a la carga tóxica acumulada en ellos.
Sin embargo existen muy pocas certezas acerca de su acción combinada y agregada.
[12] Los parabenos presentes en cosméticos y productos de aseo personal han sido relacionados con problemas tan comunes como el cáncer de mama,[13] si bien no existen estudios concluyentes al respecto.
Las sustancias supuestamente causantes de estos efectos son, entre otras, plomo, metilmercurio, bifenilos policlorados, arsénico y tolueno.