[1] La Capilla del Sagrario fue concebida por el sargento mayor del Ejército Real español, Gabriel Gómez de Sandoval y Arratia, hombre piadoso y especialmente devoto del Sacramento de la Eucaristía, quien había hecho voto de construir un templo al Santísimo.
[3] En 1827 un fuerte sismo sacude a Bogotá, resultando la capilla seriamente afectada, por lo cual debió ser restaurada en ese mismo año por la familia Vergara, quienes como descendientes del fundador, actuaban como mayordomos, emprenden la reconstrucción del tabernáculo.
[2] Estaba ubicado bajo el eje de la cúpula, tenía ocho caras y estaba conformado por tres cuerpos con columnas corintias, que sostenían una alta cúpula, sobre la cual se alzaba una estatua representativa de la Fe.
De este sólo se conservan en el altar unas columnas corintias.
El actual sagrario, se levantó en la cabeza de la cruz latina.
[2] La restauración fue concluida en 1840, pero se vería nuevamente afectada con el temblor de 1917.
[3] La fachada, mal llamada plateresca, es sin lugar a duda el mejor ejemplo del barroco neogranadino.
El templo tiene planta de cruz latina, conformada por una sola nave longitudinal, a su vez atravesada por el transepto o nave transversal que forma los brazos de la cruz.
Bajo el presbiterio existe una cripta donde se sepultaban los descendientes del fundador y patronos de la capilla.
[2] La fachada, mal llamada plateresca, es sin lugar a duda el mejor ejemplo del barroco neogranadino.
Además, para completar una fachada excepcional, el portón de la capilla es construido totalmente en bronce.