En los años treinta, se incorporó un porche alrededor de la capilla para albergar a los peregrinos, que fue remodelado en 1982.
El destino que tomarían esas limosnas era tan importante en Fátima que el sacerdote Manuel Nunes Formigão, quien se encontraba entrevistando a los videntes sobre las apariciones, lo incluyó en su interrogatorio a Lucía tras la aparición del 13 de octubre.
Formigão le preguntó a Lucía sobre lo que le dijo Nuestra Señora sobre las limosnas, a lo que le respondió que "parte del dinero sería destinado al culto y la fiesta de la Señora del Rosario, y la otra parte a la construcción de una nueva capilla".
[4] Carreira fue popularmente apodada Maria da Capelinha (en español: María de la Capilla) y la Cova da Iria ganó un templo cuyo pequeño tamaño era inversamente proporcional a la importancia que este tenía para los peregrinos que acudían al santuario.
La capilla original, aunque fue sometida a ligeras restauraciones, mantiene las características típicas de una ermita popular.