Su edificación se dio por el creciente rezo a las ánimas del purgatorio.
A finales del siglo XVIII fue usada como osario de la catedral y posteriormente fue bodega y taller de restauración.
[1] La portada está compuesta por un arco de medio punto moldurado, flanqueado por pilastras tableradas de orden dórico, solución que el arquitecto de Arrieta había usado en la iglesia de Santiago Tuxpan y en Santa Teresa la Nueva.
[2] El cuerpo superior ostenta tres medallones, uno grande al centro, ornamentado con un rosario que hace alusión al rosario que se debe rezar a las ánimas del purgatorio y dos pequeños a los lados.
En el muro exterior que da a la calle de Guatemala se encuentra un bello relieve que representa a las ánimas del purgatorio.