La fachada se encuentra rematada por una espadaña con campana y una hornacina con la imagen de su patrón San Isidro Labrador.Adosada al edificio se encuentra una sacristía con dos alturas, la superior utilizada como casa rectoral.En 1813 tuvieron que paralizarse de nuevo las obras por un litigio interpuesto por el propietario del solar adyacente cuando se había ejecutado la nave central, la sacristía y la escalera que debía dar acceso al campanario.La falta de mantenimiento hizo que ya en 1870 cuando representantes del obispado visitaron las obras la capilla se hallara inconclusa y amenazando ruina.La capilla no había llegado a ser consagrada y ejercía funciones de cuartel.