Calle Lavapiés

[8]​ Documental y literariamente hablando, tanto los referidos Lope y Cervantes, como el también dramaturgo del Siglo de Oro, Tirso de Molina, escriben Lavapiés al referirse tanto a la calle, como a la plaza o al barrio.

Al parecer un error de imprenta que le hizo gracia a Don Ramón de la Cruz hizo que se encaprichase con el nombre recortado "Avapiés", que se puso así de moda en los sainetes del siglo XVIII.

Rivales de manolos y majos serían a su vez los chisperos o "tiznaos" del gremio de herreros que con el tiempo se reuniría en los barrios 'altos' del otro lado de la cerca, en lo que luego será el castizo Chamberí.

Y participando de la suficiente dosis de casticismo de unos y otros menudearon hasta hacerse mayoría los 'chulos y chulapos, chulas y chulapas', con una etimología que Répide recoge de origen árabe (chaul en esa lengua denomina al "mozo o muchacho"), y que ya en el siglo XVIII Diego de Torres Villarroel menciona en sus Sueños morales en estos términos:

Cita y metáfora que parecen dejar claro el origen de otra de las singularidades del casticismo madrileño: el piropo.

Placa del callejero tradicional de Madrid, por el ceramista Ruiz de Luna .
Vista de la calle desde la plaza de Lavapiés (en 2016)
Bolardos decorados