Calle Perú

Las calles del centro porteño fueron abiertas en el año 1580, y no recibieron mayores modificaciones en su ancho, no estando previstas para el tránsito vehicular, aunque ya la circulación era compleja a fines del siglo XIX.

En la esquina opuesta de la calle Moreno funciona el bar El Querandí (n.º 302, abierto en 1920), y llegando al cruce con la Avenida Belgrano está el imponente Edificio Otto Wulf (arq.

En el n.º 535 se levanta el edificio industrial proyectado por el arquitecto Lorenzo Siegerist para la Casa Nocetti.

En la esquina nordeste con la calle Chile, en la medianera de una antigua casa -donde funcionó la Imprenta Coni-, se instaló una estatua de Rodolfo Walsh, que mira desde un falso balcón a una plazoleta.

Al pequeño espacio con un árbol se lo llamó con el nombre del periodista y escritor, asesinado en 1977.

Luego de cruzar la Avenida Independencia, la calle pasa a un tramo en que no fueron renovadas las edificaciones durante la vigencia del proyecto de ensancho, y aún predominan las casas antiguas en la vereda este.

Pasando la Avenida San Juan, la calle Perú entra en una zona casi exclusivamente residencial, con algunos pocos locales comerciales.

A partir de la Avenida Caseros, en cuya esquina se levantan algunas residencias fastuosas, la calle está densamente arbolada y es empedrada, mientras baja la barranca de la antigua zona baja que inundaba el Riachuelo con sus crecidas.

Manzana de las Luces : la esquina de Perú y Alsina en los años '20.