La Casa Escasany es un edificio de oficinas que se encuentra en la esquina sudoeste del cruce de las calles Rivadavia y Perú/Florida en Buenos Aires.
Fue construido para alojar a una importante joyería y relojería con ese nombre, posteriormente fue utilizado por Entel, la empresa estatal de telefonía, y actualmente sus oficinas son alquiladas a diversos particulares.
Los Escasany resolvieron cerrar la Casa Escasany en 1978 frente a la baja de rentabilidad que generaba la competencia del contrabando, lo que significó un menor ingreso, pero una gran renta por las propiedades que se dividieron entre los primos y hermanos Escasany.
Miguel Escasany fue el único que siguió con el negocio, abrió su propia joyería en la calle Florida.
El edificio fue alquilado y lo ocupó Entel, hasta su privatización en 1990.