En ambientes rurales, estos juguetes se fabricaron durante mucho tiempo de manera artesanal, hasta mediados del siglo XX.El caballo balancín se presenta como una figura equina tallada o moldeada, dispuesta sobre un apoyo sólido con el fin de que el niño pueda moverla con toda seguridad.[5] En Londres y en Dublín, en los años 1840, los fabricantes de juguetes venden caballos balancín concebidos según procedimientos industriales.[8] El acceso a la producción industrial de caballos balancín no es posible en todas partes, pero este juguete estaba muy difundido en los hogares del mundo occidental.En el país de Caux, en Normandía, durante la primera mitad del siglo XX, el caballo balancín es el juguete más común.Una novela policíaca de Agatha Christie, traducida al español como La puerta del destino, en francés se tituló "Le cheval à bascule" (El caballo balancín).