Fue abandonada dos años después debido a los ataques de los indígenas durante la Primera Guerra Calchaquí.
[4][5] Sin embargo otros autores reconocen que solamente El Barco I y Cañete sí estuvieron en el mismo sitio.
Estas ciudades promovieron el intercambio comercial de Chile con toda la región del Tucumán y protegieron el territorio contra los diaguitas.
[7] Debido a la paz reinante y al apoyo de las nuevas ciudades, la economía de Santiago del Estero tuvo un franco desarrollo, pero hubo algo más que contribuyó a ello: en Cañete comenzaron a construirse carretas, vehículo que produjo una revolución: la del transporte de mercadería, sólo comparable a la que produjo el ferrocarril en el siglo XIX.
Al mismo tiempo, la rebelión se extendió hacia el norte: Nieva, en el valle de Jujuy, debió ser abandonada.