La Cañada inicia su andadura por confluencia de dos ramales que se juntan en Lario.
Desde aquí se dirige a Lario y después hacia Burón, donde los ganados pasaban habitualmente la primera noche.
Sin embargo, existía un cordel más directo que empalmaba con la Cañada en tierras de Palencia.
La Cañada desciende hasta Soto de Valderrueda y cruza el río antes del pueblo.
Esta ganadería probablemente la habían llevado a cabo los bereberes durante los siglos VIII y IX, luego los “pardos”, cristianos de la frontera Extremaduriii.
La Cañada entra en Palencia, rozando apenas el pueblo de San Pedro Cansoles.
Desde allí la Cañada desciende hacia Castrillejo de la Olma, donde por entral en los regadíos del río Carrión el paisaje cambia radicalmente.
Se cruzaba este pueblo y por la orilla de la carretera se llegaba a Cabezón, cruzando de nuevo el río Carrión por el imponente puente medieval para enlazar con la Cañada principal.
Pasado Tariego al ramal principal se une en el páramo otra cañada procedente de Burgos por Lerma.
Gira hacia el este y entra en Tudela por la puerta del Castillo.
En la Puente Blanca se separa un ramal hacia el este, denominado del Palenque.
Atraviesa toda la población y era frecuente comer a la orilla de su espectacular castillo mudéjar.
Villacastín era también importante para los pastores pues aquí les mandaban las cartas los familiares y recibían las últimas novedades de la montaña.
Esto sin duda era una medida para que el ganado recuperase fuerzas, ya muy mermadas después del largo trayecto.
Por una empinada cuesta asciende al collado y puerto de la Venta del Cojo, dejando esta a mano derecha.
Continúa hacia el sur, cruza la vía férrea de Madrid a Portugal y alcanza la zona denominada Los Pajares.
Baja la Cañada por la orilla de la carretera que va a Alía y Guadalupe, sigue al Cerro Atravesao y baja al río Guadarranque, sobre el que hay un puente de piedra por donde pasan los rebaños cuando el río va crecido.
Es un lugar de casas blancas con una iglesia que antes fue alcázar árabe; desde aquí se contempla el pantano que inundó en los años sesenta la fértil vega, junto a la polémica Central nuclear de Valdecaballeros.
Una vez pasada la Sierra, el paisaje se transforma por la abundancia de olivos.
En otoño, todo el rebaño pasaba embarcado pues las ovejas estaban muy "cargadas de vientre" (próximas a parir) y con mucha lana, lo que las impedía nadar.
Las barcas eran grandes, ya que en ellas pasaban carros, coches, camiones, y tenían capacidad para unas 90 o 100 ovejas cada vez.
Al principio eran movidas con remo, más adelante el sistema evolucionó hacia una maroma que enlazaba ambas orillas.
Continúa unida por los mismos montes al Puerto Peña, donde finalizaba otra jornada.
A dos kilómetros al este de Esparragosa, se une el cordel que viene por Agudo, Tamurejo y Siruela.
El cordel occidental continúa primero por toda La Serena hacia el oeste, paralelo al antiguo camino real, hoy carretera asfaltada, que une Esparragosa de Lares con Villanueva de la Serena.
En la extensa planicie, apenas ondulada por pequeñas lomas, el pasto es la característica dominante.
El clima es mediterráneo con cierta influencia atlántica en las estaciones frías, época en la que se produce la lluvia proveniente del cercano océano.
Hacia las orillas del río se torna en un matorral de atarfes, tamujos y adelfas con fresnedas en algunos puntos.
No obstante, aún se reconoce en el paisaje algunas construcciones típicas, creadas por los ""serranos".
Una vez atravesado el río Zújar, la Cañada entra en el término de Campanario, pasando junto a la dehesa Portugalesa y subiendo por la orilla del río Guadalefra, se llega al sitio de los Villaraltos.