[4][5] En 2016 se asumía que las CL por su ontogenia (sus precursores), pueden ser consideradas macrófagos residentes, con origen embrionario.Trabajan en la vigilancia inmunitaria y también en la patología de la piel, ya sea induciendo tolerancia inmunológica o mediando la inflamación.[9] Inicialmente se identificaron por un marcador citoplasmático específico, el gránulo de Birbeck, un orgánulo denso en electrones.Las CL se pueden marcar mediante la reacción immunohistoquimica que revela la actividad de la adenosina trifosfatasa.Las CL desempeñan papeles importantes tanto en la estimulación como en la supresión de las respuestas inmunitarias adaptativas.[8] En condiciones inflamatorias, las CL migran continuamente a los ganglios linfáticos que drenan la piel.En primer lugar, las CL debilitan sus uniones intercelulares con los queratinocitos circundantes, lo que está parcialmente regulado por la E-cadherina.En el paso siguiente, las CL cruzan la membrana basal para migrar a la dermis y transitar hasta el ganglio linfático.Las CL desempeñan papeles importantes tanto en la estimulación como en la supresión de las respuestas inmunitarias adaptativas.[10] Las células de Langerhans (CL) tienen un origen embrionario y se mantienen en gran medida por autorrenovación.En condiciones homeostáticas las CL muestran una tasa de proliferación lenta, suficiente para reemplazar las células moribundas y emigrantes.Es probable que las células CL estén involucradas en la respuesta inmune anticancerígena inicial de la piel.