En 1870 viajó a Egipto, Palestina y Siria en donde, sin duda bajo la influencia de Virchow, realizó diversas observaciones antropológicas.
Durante sus tiempos de estudiante realizó asimismo su descubrimiento más conocido, los islotes pancreáticos que llevan su nombre.
En su experimentación utilizó sobre todo conejos a los que inyectaba un colorante (azul de Prusia) en el conducto pancreático para visualizar las ramificaciones y la estructura del sistema excretor.
Distinguió varios tipos celulares, entre éstos unas células pequeñas, poligonales, sin gránulos, que tenían el aspecto de manchas diseminadas en el interior del parénquima.
Treinta años más tarde, este epónimo dio lugar al término "insulina" (de ínsula, isla), la hormona por ellos secretada y aislada por vez primera por F.G.