Se prepara raspando o cortando la colorida piel exterior de cítricos, tales como el limón, la naranja, la toronja y la lima.
Alternativamente, la piel puede cortarse, desechándose el exceso de corteza blanca, que es amarga y por tanto debe evitarse, salvo en el caso de que se desee confitar la piel, en cuyo caso se deja entera.
La cáscara de cítrico suele usarse para darle sabor a diferentes pasteles y dulces, así como para preparar mermeladas, chutneys, salsas, sorbetes e incluso ensaladas.
En este caso, a menudo se corta en una larga espiral llamada twist.
Algunos cócteles que llevan un twist son el Dry Martini y el Horse's Neck.