En 1931, en una "fecha memorable para la gastronomía española", según el marqués de Lozoya, Cándido se hace cargo del mesón.
Cándido fue el primer cocinero mediático de la historia, descubrió que la cocina y sus ritos entraban dentro del mundo del espectáculo y percibió que el sitio ideal para mostrarse era el "NODO".
Cándido junto a Franco eran los personajes más vistos del "NODO" de la posguerra.
Gracias a su portentosa capacidad para las relaciones personales y a su carácter apacible y comunicativo, no solo se convirtió en el mesonero más famoso de España, sino en una de las figuras más populares e influyentes de la cocina española.
Se realizó un emotivo funeral por el centro de la ciudad, cruzando por la fachada del que había sido su hogar durante tantos años.