La primera construcción podría datar del siglo sale de estilo prerrománico, y sería la iglesia de santa Maria, actual sede del ayuntamiento.
El patrimonio medieval de Breda ha sido destruido varias veces durante los siglos XIX y XX, durante las desamortizaciones y la Guerra Civil.
Quedan residuos culturales de los monjes como es la actividad típica del pueblo, la Alfarería.
Desde la edad moderna el municipio subsiste gracias a esta actividad comercial, junto con la agricultura.
[6] Además de las cazuelas, se han fabricado ollas, cocotes y cremadores.