Le siguen en el mismo orden: Vicenta Matilde, José Ramón, Josefina Esperanza e Ignacio Rafael.
Esto lo motivó a crear sus propios colores con vegetales, tierras, onoto y otras substancias naturales.
También realizó frecuentes viajes a Caracas, donde recibe orientación de Antonio Edmundo Monsanto, Rafael Monasterios y Rafael Ramón González, además de estudiar a los maestros venezolanos del siglo XIX.
En 1948 recibió el Premio Arturo Michelena, con la obra figurativa Manantial, cuya beca, le permitió viajar a Europa.
En París tiene contacto con los artistas que luego formarán el grupo Los disidentes, rechazando sus tendencias abstractas.
Al año siguiente realizó un mural-vitral para el Museo de Arte La Rinconada (en la actualidad Museo Alejandro Otero) y en 1989 el mural-vitral Raíces para la Plaza Bicentenaria del Palacio de Miraflores, ambos en Caracas.
En 1992 la Universidad de Carabobo le confirió su máximo reconicimiento, el doctorado honoris causa.
Participaron: Oswaldo Vigas, Luis Guevara Moreno, Ramón Vásquez Brito, Mauro Mejíaz, Armando Pérez, Rafael Pérez, Rafael Martínez, Alirio Palacios, Wladimir Zabaleta, Felipe Herrera, Carlos Zerpa, Alexis Mujica y Francisco Bugallo.