Borona

[1]​ Es un alimento tradicional de las regiones españolas donde se producen estas gramíneas, donde ha sido parte de la dieta elemental hasta mediados del siglo XX.Se suele cocinar al horno envuelto de hojas de berzas o castaño y a menudo tiene en su interior embutidos (en este caso se suele decir que está preñada).[3]​ Las referencias a la borona se suceden a lo largo de la historia, como se refleja en la Colección diplomática de Santa Catalina del Monte Corbán[4]​ y tras la llegada de los españoles al Nuevo Mundo en 1492, se sigue llamando borona a los panes hechos con mijo o panizo que los autores de la época atribuyen a los vascos,[5]​ aunque debieron consumirse en más lugares de la Península.Tras cinco horas de cocción, las berzas que lo envuelven adquieren un aroma levemente agrio que es el contrapunto perfecto al dulzor del maíz; la potencia y la sustancia de los embutidos hacen el resto.[9]​ Para servir la borona se abre por la mitad y se vuelca el contenido cárnico de su interior para ser comido junto con la masa de pan cocida.
Borona artesanal.