El proyecto incluyó cerámicas artísticas de Xavier Nogués, pero fueron destruidas durante guerra civil española.
En la parte trasera, Martinell proyectó una taberna pero no fue construida hasta la década de 1980 por el arquitecto Manuel Ribas Piera siguiendo los planos originales de 1919.
Tras las dos naves centrales hay una tercera, más alta y estrecha, cubierta con bóveda tradicional donde se realiza la recepción de la uva.
En el exterior, junto a la carretera, unas marquesinas de hormigón armado cubren las tolvas donde entra la uva.
Como decoración hay varias gárgolas de cerámica esmaltadas en verde, pequeñas baldosas que decoran los depósitos y el escudo de la entidad, realizado por el ceramista Xavier Nogués con azulejos vidriados, situado en el ángulo del edificio (destruido durante la guerra y sustituido por una reproducción de menor calidad).