Blusa

[1]​ Las blusas raramente formaban parte del guardarropa de la mujer hasta los años 1890.[2]​ Durante la época victoriana más tardía, las blusas llegaron a ser comunes para un uso informal, práctico.En las décadas de 1900 y 1910, blusas elaboradas como la blusa de lencería (así llamada porque fue adornada pesadamente con cordones y bordados en un estilo restringido antes a la ropa interior) y la blusa Gibson Girl con plisados, llegaron a ser inmensamente populares para vestir de día e incluso para cierto uso informal por la noche.Además, en ocasiones como complemento se suele añadir una bufanda (del mismo modo que lo haría la corbata en el caso de los hombres).La fabricación de camisas tuvo un auge a finales del siglo XIX en Estados Unidos.
Dos mujeres con blusas preparadas para un partido de tenis (hacia 1890).
Mujer con blusa de manga corta.